El apartamento, con una superficie construida de 65 m², se encuentra en un edificio construido en el año 1991, muy bien conservado y con zonas comunes cuidadas.

La vivienda está distribuida de forma práctica y acogedora. Cuenta con una cocina americana totalmente equipada, integrada en el salón-comedor, lo que aporta amplitud y luminosidad al espacio. Desde el salón se accede directamente a una amplia terraza con vistas completamente frontales al mar, el lugar perfecto para disfrutar de desayunos con el sonido de las olas o relajarse al atardecer.

Dispone de una habitación doble y un cuarto de baño completo con ducha.

Además, el edificio ofrece a sus residentes una preciosa piscina comunitaria, ideal para refrescarse durante los días de verano y disfrutar del clima mediterráneo en un entorno tranquilo y familiar.

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